La víbora común europea (Vipera berus), de carácter asutadizo, no ataca si no es molestada o acorralada. La Víbora común por lo general crece hasta una longitud de 50 – 65 cm, pudiendo excepcionalmente llegar hasta los a 90 cm. Las hembras, son de tamaño algo mayor que los machos. El cuerpo es grueso, corto y robusto.
La cabeza esta bien diferenciada del cuello, cubierta con pequeñas escamas y no presenta el hocico levantado.
El ojo es relativamente grande, de tamaño igual o ligeramente mayor que la escama nasal, aunque a menudo más pequeño en las hembras.
Hocico truncado o redondeado en términos generales, plano por encima o con los bordes ligeramente levantados.
La escama rostral está en contacto con dos escamas apicales, rara vez con una, y es tan larga como ancha o un poco más ancha que larga, rara vez un tercio tan larga como ancha, o no, pero apenas visible desde arriba.
Su alimentación es muy variada: Ratones, comadrejas, musarañas, topos, aves (especialmente polluelos o incluso huevos), lagartos, luciones, ranas, salamandras y grandes babosas. Los ejemplares jóvenes, comen también insectos y gusanos.
Vipera berus no es especialmente agresiva, al contrario, tiende a ser bastante tímida. Los ataques solo se dan cuando se intenta cogerlas o cuando se las sorprende y molesta, particularmente mientras toman el sol. Por lo general, la primera reacción de la víbora ante las amenazas de posibles depredadores, es escabullirse rápidamente y en silencio entre la maleza. Cuando se siente acorralada se postura con la cabeza levantada y el cuerpo enrollado, emitiendo fuertes silbidos para atemorizar a los posibles agresores; sólo como último recurso, la serpiente morderá.
La cabeza esta bien diferenciada del cuello, cubierta con pequeñas escamas y no presenta el hocico levantado.
El ojo es relativamente grande, de tamaño igual o ligeramente mayor que la escama nasal, aunque a menudo más pequeño en las hembras.
Hocico truncado o redondeado en términos generales, plano por encima o con los bordes ligeramente levantados.
La escama rostral está en contacto con dos escamas apicales, rara vez con una, y es tan larga como ancha o un poco más ancha que larga, rara vez un tercio tan larga como ancha, o no, pero apenas visible desde arriba.
Su alimentación es muy variada: Ratones, comadrejas, musarañas, topos, aves (especialmente polluelos o incluso huevos), lagartos, luciones, ranas, salamandras y grandes babosas. Los ejemplares jóvenes, comen también insectos y gusanos.
Vipera berus no es especialmente agresiva, al contrario, tiende a ser bastante tímida. Los ataques solo se dan cuando se intenta cogerlas o cuando se las sorprende y molesta, particularmente mientras toman el sol. Por lo general, la primera reacción de la víbora ante las amenazas de posibles depredadores, es escabullirse rápidamente y en silencio entre la maleza. Cuando se siente acorralada se postura con la cabeza levantada y el cuerpo enrollado, emitiendo fuertes silbidos para atemorizar a los posibles agresores; sólo como último recurso, la serpiente morderá.