LA ANACONDA:
La anaconda es una serpiente constrictora de la familia de las boas, endémica de los ríos del trópico de Sudamérica. De todas las serpientes esta es la de mayor peso. Habita en las cuencas de los ríos Orinoco, Amazonas, Paraguay, y el Alto Paraná. La anaconda es de color verde oscuro, con marcas ovales de color negro y
ocre en los flancos. El vientre es más claro, y en la parte final de la
cola muestra diseños en amarillo y negro que son únicos para cada
ejemplar. La anaconda es de color verde oscuro, con marcas ovales de color
negro y ocre en los flancos. El vientre es más claro, y en la parte
final de la cola muestra diseños en amarillo y negro que son únicos para
cada ejemplar. El hocico está cubierto por seis escamas engrosadas, tres a cada lado, que constituyen el rasgo más distintivo que separa a las especies de Eunectes de las estrechamente relacionadas Boa. La cabeza es estrecha, y no presenta un cuello marcado. La nariz y los ojos
están en una posición elevada, facilitando así la respiración y la
percepción durante los largos períodos que la anaconda pasa sumergida.
Los receptores olfativos se encuentran en la lengua,
como en todas las serpientes. El cuerpo es ancho y musculoso, adaptado a
la forma de presa de la serpiente, que mata a sus presas por
constricción.
La anaconda se siente a gusto tanto en los árboles como en el agua;
prefiere los estanques de aguas quietas a las corrientes rápidas. Pasa
la mayor parte del tiempo sumergida, acechando a su presa; la posición
superior de la nariz le permite sumergir casi todo el cuerpo a modo de cripsis, y su poderosa musculatura la hace una rápida nadadora.
Caza por lo general animales que se acercan a beber, sujetándolos con
sus mandíbulas y aferrándose a ellos para enroscarse alrededor de su
cuerpo y asfixiarlos. El ataque es extremadamente rápido, en algo más de
10 segundos ya han sometido a su presa. Si encuentra la oportunidad de
cazar en tierra, normalmente se descuelga desde una rama para sorprenderla. Se enroscan a su presa formando anillos con su cuerpo pero,
por lo general, no es la fuerza de la constricción lo que mata a la
presa, sino que le impide respirar, presionando el tórax para imposibilitar la inhalación, y lo logran por la inmensa fueLa anaconda no tritura sus presas, su mandíbula
se desencaja, permitiéndole tragar la presa entera y utiliza su fila de
dientes interior para ir avanzando sobre su alimento e irlo introduciendo
en su garganta. La digestíon
de una presa grande puede demorar varias semanas, durante las cuales la
serpiente se encuentra casi inactiva y dormita en una rama o junto al
agua.
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